Epico, corazonada albiazul

jueves, 14 de marzo de 2013


En un día que va a quedar marcado en la historia del mundo, de la iglesia y de Argentina; Talleres escribió su propia historia en los libros del fútbol. Derrotó a Belgrano con gol de Gastón Bottino. En medio de una multitud la T llevó a cabo su proeza más importante en los últimos 10 años, y de esta manera la resurrección albiazul parece estar latente.


Se dice que el fútbol no entiende de lógica, que la pasión muchas veces le gana a la razón y que por más equipo que tengas las ganas, el orgullo y el amor propio pueden igualar alguna diferencia que pueda existir.
Anoche Belgrano y Talleres, Talleres y Belgrano disputaron un clásico por la vieja, para nada envidiable con el súper clásico de nuestro fútbol.


 La noche se acercaba y la gente llegaba al estadio sobre la hora; debido al temprano horario de comienzo el grueso de los hinchas se ubicaron en cada tribuna tarde. La “Artime” y la “Gasparini”  teñida de celeste en su plenitud volcaban el duelo de hinchadas a su favor; la “Willington” y la “Ardiles” tenían un ambiente calmo, expectante y esperanzador, pero mesurado, como sabiendo bien que los primos eran los amplios favoritos y que solo un milagro los depositaría en la próxima ronda de la Copa Argentina.

El primer tiempo se transformó dinámico, vertiginoso y muy vibrante. La B intentaba lastimar con Zapata por la izquierda y con la dupla de atacantes aprovechando la potencia física de Aquino y la velocidad de Melano. Por el lado del matador intentó apretar y asfixiar en la salida, Leyes se convirtió en un león y Klusener y Olivera aguantaron todo los pelotazos que le llegaban a ese espacio que siempre dejaron los centrales piratas.

Olivera y Klusener tuvieron sus oportunidades, Aquino, Lollo y Zapata tuvieron también las suyas pero los primeros 45 minutos se fueron virgen de goles, pero con la sensación de que la B estaba más cerca de concretar que el albiazul.

La segunda etapa comenzó y la actitud de los “cacho boys” fue totalmente diferente, los pibes del club, esos que se bancaron todas, esos que son muy cuestionados  por no poder estar a la altura de los grandes ídolos y que por la necesidad del hincha, vuelca la presión en ellos, anoche se recibieron de héroes dejando la vida en cada pelota representando a cada hincha que lo siguió por todos los rincones del país en este cansador argentino A.

La B sin mucha precisión tiró la jerarquía de los que más saben de batallas importantes para poder abatir al héroe máximo que tuvo el partido Diego Aguiar. Zapata, Farré y González fueron los abanderados de cada avance celeste generando peligro máximo en el área albiazul.

Transitaba la mitad del segundo tiempo y Aguiar salió jugando con Chávez (el prócer espiritual dentro del rectángulo de juego) lo ubicó rápidamente a Klusener, el 9 giró con pelota dominada teniendo tres jugadores piratas a su alrededor, le devolvió la redonda al prócer y el 4 (como imitando al gran loco Lillo con una mezcla de la chanchita Albornoz con Diego Gray) lanzó un centro a media altura ubicándolo al Gastón Bottino, el gato anticipó a Lollo y dejó sin respuesta al seguro Olave. Golazo y delirio T con una locura muy difícil de explicar.

El partido dio un giro de 180 grados, un resultado impensado e injusto, porque la B técnicamente fue mucho más, pero las ganas, el hambre de gloria y el amor propio de los muchachos de azul y blanco  llevaron a tapar las amplias diferencias entre un equipo y otro.

Los últimos 20 minutos no fueron aptos para cardiacos, el arbitraje de Pompei no fue el mejor y sumando esto, más los nervios de la T y el empuje desmesurado de Belgrano hicieron que el partido se jugara en campo matador. La B insistió y buscó por todos los medios; pero Aguiar se encargó de abortar cualquier intento de gol, la defensa se abroqueló muy bien,  los volantes se pusieron el overol y los dos delanteros entorpecieron cada pelota que se propusieron a entorpecer. Por esto, porque el futbol no entiende de lógica y  porque los milagros muchas veces  existen ganó Talleres señores.
Atrás quedaron los años de sufrimientos, en el año del centenario parece resurgir y despertar el gigante dormido, anoche la T selló un hecho heroico, una vez más,  en la historia del fútbol cordobés. Ahora con felicidad mesurada Sialle y compañía deberán cumplir el máximo objetivo que es el ascenso, porque sin ascenso lo épico quedará en el olvido.
Anoche, después de haber fumata blanca en el Vaticano, hubo fumata AZUL Y BLANCA, en el templo mayor de nuestra Córdoba amada.

Síntesis:

Belgrano: Olave; Saravia, Lollo, Rodríguez, Quiroga; Etevenaux, Farré, Teté González, Zapata; Melano, y Aquino. DT: Ricardo Zielinski.


Talleres: Aguiar; Cháves, Massena, Bazzi y Santos; Bottino, Leyes, Álvarez y Hong; Olivera y Klusener. DT: Arnaldo Sialle.

Gol: ST, 24m Bottino.

Cambios: ST, 18m Maximiliano Velasco por Alexis Olivera (T) y Lucas Zelarayán por Iván Etevenaux (B), 33m Cesar Carranza por Melano y Cesar Mansanelli por Saravia (B) y 41m Javier Villarreal por Favio Alvarez y Albano Becica por Ivo Hong (T).

Amonestados: Bazzi, Santos, Masena, Leyes y Cháves (T). 
Árbitro: Juan Pablo Pompei. (Malo)
Cancha: estadio Mario Kempes. (Muy buen estado)
Público: 35.000 personas.

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